El presidente Luis Arce anunció este miércoles diez medidas con el propósito de regular el consumo de carburantes en Bolivia. Entre ellas destacan el horario continuo laboral, el teletrabajo, las clases virtuales, estaciones de servicio específicas para el transporte público y una programación para que no le falte diésel al sector agropecuario.
Además, en un mensaje televisado en el que estuvo flanqueado por todos los ministros de su gabinete, citó las demás acciones, en medio de la coyuntura de crisis palpable en las gasolineras del país: reducir el funcionamiento del parque automotor en 50% de entidades públicas, se dispone combustible para emergencias y hospitales, también se reforzará el control de las fronteras, la ANH implementará una aplicación para saber dónde hay combustibles y en La Paz se ampliarán los horarios del teleférico.
“Como Gobierno vamos a seguir trabajando en dar soluciones a nuestro país en todos los problemas que estamos enfrentando. También ser enfáticos en aclarar a muchos políticos que intentan desestabilizar y generar zozobra; dicen que nuestro país estaría quebrado, Bolivia no está quebrada, Bolivia tiene una economía que sigue generando inversión pública”, dijo Arce en anoche desde la Casa Grande del Pueblo.
Atribuyó los ataques a su gestión a intereses electoralistas de precandidatos. Sin mencionar nombres, dijo que estos instruyen a sus bancadas no aprobar los créditos internacionales estancados en la Asamblea Legislativa.
NO RENUNCIARÁ
Arce también respondió a una serie de especulaciones al afirmar que no dimitirá a la Presidencia. Además, aseguró que no recurrirá a la devaluación ni al retiro de la subvención a los carburantes, ya que su gobierno prioriza el patrimonio de los bolivianos.
“No vamos a tomar medidas como devaluación, como levantar la subvención, que esa medida no resuelve el problema que hoy enfrenta nuestro país. El problema que hoy enfrente el país es muy simple, es la falta de liquidez de dólares transitoria que estamos enfrentando”, insistió.
CRÉDITOS
Durante su mensaje, el mandatario aseguró que Bolivia requiere de los créditos para salir de este problema coyuntural.
“Nosotros no estamos pidiendo limosna. Nosotros no estamos pidiendo más que los créditos que el Estado puede pagar, porque hoy el problema que enfrentamos no es que la economía esté quebrada, no es que estamos en una crisis económica, estamos enfrentando un problema de iliquidez de dólares norteamericanos, de dólares, de divisas, de moneda extranjera, para pagar las importaciones de combustible”, afirmó.
El Gobierno acusó en reiteradas ocasiones a la oposición y a los disidentes del Movimiento Al Socialismo (MAS), leales al expresidente Evo Morales, de sabotear su gestión al obstaculizar la aprobación de estos préstamos.
Cisternas descargan combustible para cubrir demanda
Cisternas con combustible de importación llegaron en pasadas horas al país y desde YPFB se estima que pueda cubrir la demanda en el país hasta un 80% por una semana.
Procedentes de Paraguay, Argentina, Chile y Perú, las cisternas con 7,5 millones de litros de gasolina y cerca de 10 millones de litros de diésel comenzaron a ser descargadas en la planta de Palmasola para ayudar a incrementar los despachos que se redujeron en menos del 50%.
“Las cisternas que están ingresando son de importación, alrededor de 7,5 millones de litros e inmediatamente estás se descarguen, se va a empezar a incrementar los despachos tanto a ciudad como a provincias”, informó el vicepresidente nacional de operaciones de YPFB, Ariel Montaño.
En Santa Cruz, por ejemplo, solo se despacharon 1,2 millones de litros por día de gasolina, pero ahora, con el carburante que llegó, se incrementarán los envíos a 1,8 millones.
Según Montaño, los carburantes que llegaron se encuentran garantizados hasta la siguiente semana y estima que, de manera paulatina, se irá normalizando el abastecimiento en los surtidores del país.
Gobierno lanza guía para importar carburantes
El Ministerio de Hidrocarburos y Energías (MHE) elaboró y publicó una guía para las personas naturales y jurídicas privadas interesadas en la importación de combustibles, ya sea para consumo propio o para comercialización.