
El expresidente Evo Morales afirmó este lunes que padece bronquitis, hipertensión aguda y bradicardia, luego de que el domingo se mostrara con un aparente buen estado de salud. El exjefe del MAS volvió a acusar al Gobierno de haberle impedido el acceso a la salud y a una certificación médica.
“El Gobierno impidió con amenazas a profesionales cardiólogos, neumólogos, entre otros, que revisen mi estado de salud por la bronquitis, hipertensión aguda y bradicardia que me afecta en la actualidad”, denunció Morales en su cuenta de X.
El exmandatario calificó ese extremo como “un verdadero abuso y una violación de derechos fundamentales, como el acceso a la salud”. En ese sentido, señaló que “este nivel de indolencia y de impunidad” que manejan en el Gobierno “no son aisladas”.
“No olvidemos que el Gobierno organizó un atentado valiéndose de efectivos policiales e instalaciones militares para disparar contra los vehículos que me trasladaban”, recordó, en referencia al supuesto intento de magnicidio que denunció en octubre del año pasado.
Pese a ello, “continuamos fortalecidos y luchando día a día para presentarle a Bolivia una opción electoral que le permita salir de la crisis, confiados y agradecidos del respaldo del pueblo”, agregó.
“No nos rendimos ni nos vendemos”, finalizó.
Morales reapareció el domingo en su programa de radio sin mostrar síntomas visibles de sus dolencias. Se mostró sonriente y de buen ánimo, luego de que sus abogados alegaran el pasado martes, cuando debía presentarse a su audiencia cautelar por el proceso de trata agravada de personas que le sigue la Fiscalía, que sus dolencias le impedían comparecer ante la justicia.