El expresidente Evo Morales afirmó este domingo que Bolivia enfrenta una grave crisis a causa de la subvención de los combustibles y aseguró que este problema “no tiene solución”, por lo que sugirió lavantar el beneficio de manera gradual.
Morales estimó que el Estado gasta alrededor de 4.000 millones de dólares anuales en la importación de diésel y gasolina, un gasto que considera insostenible debido a la corrupción y el mal manejo de los recursos, según indicó, luego de que sus seguidores ejecutaran un bloqueo de carreteras de 24 días en demanda de su habilitación como candidato en 2025 y la eliminación de sus procesos judiciales.
En su programa dominical, Morales sugirió eliminar las subvenciones de forma gradual y recomendó la libre importación de combustibles como una posible solución para aliviar el desabastecimiento.