El Gobierno reformuló sus preguntas, pero no logró disipar las dudas. Sus críticos volvieron a observar no solo los objetivos que persiguen el posible referéndum que impulsa el presidente Luis Arce, sino el mecanismo legal que eligió para intentar sacar adelante la consulta popular. La administración ‘arcista’, por su lado, dejó en claro que la última palabra la tiene el TCP.
Luego de que el TSE observara la semana pasada las cuatro preguntas que planteó inicialmente el Gobierno, el jefe de Estado las reformuló y las remitió el martes de manera directa al TCP, descartando la pregunta sobre la posibilidad de incrementar el número de los escaños parlamentarios.
Las nuevas preguntas, que se conocieron este miércoles, plantean dejar la subvención al diésel y a la gasolina “poco a poco” e incorporar en la Constitución la reelección discontinua “por una sola vez”. Arce, según su propuesta, pidió al TCP que se pronuncie hasta el 30 de agosto, es decir, hasta este viernes.
El ministro de Justicia, Iván Lima, dijo el martes que si el TCP no se pronuncia hasta el sábado, el referéndum quedará descartado.
REACCIONES
El expresidente Eduardo Rodríguez Veltzé, que fue uno de los primeros en pronunciarse sobre el asunto, descalificó el camino legal que eligió el Gobierno para intentar validar la posible consulta popular. “El TCP ‘autoprorrogado’ carece de competencia y legitimidad para pronunciarse, menos para validar un referéndum inoportuno”, criticó en su cuenta de X. El diputado opositor Carlos Alarcón (CC), por su parte, afirmó que “las preguntas reformuladas del referendo son peores que las originales”, y añadió que, con relación a la reelección, el referéndum definidor no será el del 1 de diciembre, de acuerdo con la nueva pregunta que envió al TCP el Gobierno.
Por otro lado, observó que la pregunta que plantea levantar la subvención de manera gradual “es tan imprecisa que viola la voluntad del elector”.
El exvocero del Gobierno, Jorge Richter, observó un error en la pregunta sobre la reelección -dice “forma” en lugar de “reforma”- y el procedimiento que eligió Arce para validar el referéndum. “Por una cuestión de apuros y prisas, las preguntas pasaron directamente al TCP, asumiendo que ya cumplieron con lo señalado en la verificación del Tribunal Electoral. ¿Cómo el TCP entrará al fondo del control de constitucionalidad si estas preguntas no cuentan con la conformidad del TSE en lo que hace a los principios de precisión, claridad e imparcialidad?”, cuestionó en su cuenta de X.