El presunto narcotraficante uruguayo Sebastián Marset tachó de "circo" las supuestas amenazas que aseguró le atribuyeron contra fiscales y jueces que llevan la investigación en su contra en Paraguay, la cual derivó en la detención de su esposa, Gianina García Troche, en el aeropuerto de Madrid.
"Está bien claro (en) los audios que yo no amenacé a nadie, pero bueno, que sigan con el circo ese que vienen montando hace tiempo", declaró Marset en un audio enviado al programa 'El ADN de la Noticia', emitido este viernes por el canal NPY.
"Está más que claro que yo no amenacé a nadie. Mi amenaza fue jurídica", aclaró, tras quejarse de que su familia ha sido perseguida "durante tanto tiempo, sin tener ningún delito cometido por parte de ellos".
El presunto narcotraficante, que habló desde la clandestinidad, aludió así a unas declaraciones suyas difundidas por el programa uruguayo 'Santo y Seña', en las que aseguró que su esposa es "una persona inocente".
Además, advirtió que se encargará con sus abogados de que "mínimo" destituyan a la jueza y al fiscal a cargo de la investigación que llevó a la captura de su esposa, la semana pasada, en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Después de conocer estas afirmaciones, las autoridades paraguayas, encabezadas por el ministro del Interior, Enrique Riera, la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia, anunciaron que redoblarán la seguridad de los fiscales y jueces vinculados a este caso.
"Tienen que atacar en otro ámbito, me parece. No en la seguridad de custodia de fiscales y jueces, pero bueno, que lo tomen como quieran", agregó Marset, quien pronosticó que "ese circo se les va a caer".
Marset y García Troche son requeridos por la justicia paraguaya como resultado del operativo 'A Ultranza PY', que tuvo lugar en febrero de 2022 y es considerado el más grande contra el crimen organizado y el lavado de dinero en el país.
El Ministerio Público informó este viernes que remitió a la Corte Suprema el exhorto formal para solicitar la extradición de García Troche. El alto tribunal deberá enviar el pedido a la Cancillería, para su entrega, por la vía diplomática, a las autoridades españolas.
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