Bolivia sufre los embates del cambio climático con sequías, inundaciones y desbordes. Así, el directorio del Banco Mundial acaba de aprobar un préstamo de $us 150 millones para el Estado boliviano con el objetivo de apoyar una mejor gestión de los recursos hídricos en 15 cuencas y 256 municipios en todo el país. Unas 30 000 familias de zonas rurales se verán beneficiadas al mejorar su capacidad para enfrentar los impactos del cambio climático.
Las familias beneficiarias, dedicadas mayormente a la agricultura de subsistencia en las partes altas de las cuencas, enfrentan elevados índices de aridez, deforestación y erosión de suelos que dificultan su actividad. El Proyecto Gestión Resiliente del Agua para Riego Familiar y Comunitario apunta justamente a potenciar su productividad mediante un mejor uso del agua para riego.