
Una frase del discurso del presidente Evo Morales para la sesión de honor de la Asamblea Legislativa, el 6 de agosto, hace pensar a la oposición que no piensa jubilarse en 2025.
Casi al final de su exposición, el mandatario mencionó que "en el tema de la industrialización del litio está previsto la construcción de 41 plantas, la mayoría en el Departamento de Potosí y otras en Oruro. Son 14 plantas de la industria de litio, 20 para productos de insumo y siete para subproductos. Tenemos un lindo plan diseñado no solo con miras a 2025, sino mucho más allá. Esto sí va a mover la economía nacional e internacional”.
Esa última parte de la promesa electoral, la que mira más allá de 2025, es leída por la oposición como señal de continuismo.
Para Gustavo Pedraza, candidato a la vicepresidencia por Comunidad Ciudadana (CC), consideró que el discurso de Morales fue una “continuidad de lo que siempre había hecho”: una exposición de cifras monumentales, promesas de lucha contra la corrupción y dibujar un futuro promisorio que, en su opinión, está lejos de la realidad.
Cree que la corrupción ha absorbido al Estado, que el desempleo golpea a los jóvenes y que el presidente duerme en una cama de Bs 21.000 mientras los enfermos duermen en el piso.
“El grave problema del presidente es que miente sistemáticamente. En 2010 dijo que era la última vez. Llegó el 2014, forzó una interpretación constitucional y dijo que iba a ser la última vez. En 2016 dijo que si perdía el referendo se iba a su casa. Hace más de 10 años nos dice que va a ser la última vez que iba a ser candidato, pero si algo no tiene en la cabeza Evo Morales es dejar el poder; él es un adicto al poder”, dijo Pedraza.
Según la encuesta de CiesMori, en un escenario de votos válidos, Morales ganaría la elección en primera vuelta, sin llegar al 50 %, pero superando por más de 10 puntos a Mesa. Cuando se le consultó eso a Pedraza, respondió que Morales lleva 13 años en campaña y que CC recién comienza.
Tomás Monasterio, candidato a primer senador por Santa Cruz por Bolivia Dice No, consideró que el discurso presidencial fue una prueba de que Morales no tiene intención de jubilarse, sino de “eternizarse en el poder”, porque no entiende de mandatos. “Eso, en democracia, es inadmisible”, afirmó.