El comandante departamental de la Policía de Cochabamba, Raúl Grandy, informó ayer la aprehensión del contador Álvaro Joaquín G. L., de 39 años, una mujer y dos sicarios varones de 19, 20 y 12 años de edad, respectivamente, que contrató para matar a un empresario cochabambino para eludir un proceso penal por la defraudación de más de 800.000 Bolivianos de la compañía cementera Neotex.
Según Grandy, la captura de los sindicados comenzó ayer por la zona de Coña Coña, una vez que los efectivos de una patrulla detectaron la presencia de dos varones que actuaban de manera sospechosa.
Mencionó que los sospechosos estaban en una motocicleta estacionada, se pusieron nerviosos ante la presencia policial y fueron interceptados y aprehendidos.
Detalló que los sindicados fueron llevados a una Estación Policial Integral (EPI), donde fueron interrogados y confesaron que la mujer del caso les pagó 2.000 dólares para que maten al empresario.