
Roberto Flores, el hombre que pagó a un tercero para que violen a su esposa en Santa Cruz, fue beneficiado con arresto domiciliario pese a haber planificado el vejamen sexual.
Antes del vejamen Flores solicitó a su pareja que le cumpla una "fantasía": tener relaciones sexuales con otro hombre u otra mujer, pero ante la negativa, el acusado planificó el delito.
Contactó a Jesús E. Fernández, de nacionalidad peruana, y le ofreció un monto de dinero para poder ver cómo este sujeto violaba a la mujer, que al momento del ultraje se encontraba en estado de inconsciencia ya que Flores, minutos antes, le habría suministrado un somnífero en una lata de cerveza.
Ella despertó en la madrugada ensangrentada y adolorida, con hematomas y golpes en el cuerpo y no supo lo que había sucedido hasta que Fernández se presentó en horas de la noche a cobrar el monto de dinero acordado. Una vez hecha la denuncia, ambos hombres fueron aprendidos.