El ministro de Economía, Mario Guillén, enfatizó que la disposición es obligatoria y que "no se anulará ni modificará el decreto reglamentario sobre el pago del segundo aguinaldo".
Lamentó que la dirigencia de la Central Obrera Boliviana (COB) beneficie a algunos trabajadores que cobran montos por arriba de Bs 15.000 y atribuyó el pedido de renuncia de tres altos funcionarios a esa molestia.
"Nos extraña que hasta algunos dirigentes que defiendan o rechacen la medida por defender o favorecer a trabajadores que están por encima de 15.000 bolivianos", manifestó.
Detalló que durante los diálogos de abril no se sabía que se iba a pagar un doble aguinaldo, por lo que no podían existir parámetros para el beneficio.
"Se les dijo que era probable el pago, pero no podía haber un acuerdo sin el dato final", afirmó sobre las reuniones que hubieron en ese entonces con los trabajadores.
El ministro resaltó que la decisión fue "compartida" por el resto de los ministros y por el presidente Evo Morales, quien dispuso la flexibilidad en la cancelación y explicó que la forma es beneficiosa para la economía boliviana.
Detalló que el monto en especie del 15 por ciento representa ingresos en productos nacionales por unos 150 millones de dólares para empresas y microempresas. Lamentó que algunos emprendimientos no quieran registrase para la billetera móvil que estará habilitada desde enero.
OBLIGATORIO
El Gobierno, a través del ministro de la Presidencia, Alfredo Rada, salió al frente de las críticas de los empresarios y les recordó que el pago del segundo aguinaldo es obligatorio. Asimismo, reprochó a la COB por sus cuestionamientos a la flexibilización que determinó para su cancelación y consideró que sus dirigentes "no están valorando adecuadamente".