
El Gobierno boliviano reveló un nuevo atropello de Chile. La ministra de Comunicación, Gisela López, denunció ayer viernes que funcionarios chilenos violaron los derechos consagrados mundialmente de dos periodistas de Bolivia TV.
López relató que la reportera Sandra Mariscal y el camarógrafo Erick Condorena viajaron a Iquique para hacer una cobertura periodística, pero su tarea fue impedida por funcionarios de Chile.
"En el control migratorio chileno, los funcionarios decomisaron los documentos de Mariscal, le exigieron mostrar más comprobantes de su identidad y le sacaron fotografías", dijo.
Luego la llevaron a otra sala, donde los funcionarios chilenos obligaron a la periodista boliviana a que firme un documento mediante el cual la hicieron comprometerse a no ejercer el periodismo en Chile.
Tras la firma, los chilenos solo dieron a Mariscal la autorización para estar como turista y la dejaron salir, dijo la ministra. Sobre Condorena, fue retenido en migración de Chile y fue deportado de inmediato a Bolivia.
Consideró que esas acciones violan la Declaración Universal de Derechos Humanos, que dice que "todo individuo tiene derechos a la libertad de opinión y de expresión" y el el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de la ONU que subraya: "toda persona tiene derecho a la libertad de expresión y la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole sin consideración de fronteras".