Los ejércitos de Corea del Sur y EE.UU. iniciaron ayer las que son sus maniobras con fuego real de mayor escala hasta la fecha para conmemorar los 70 años de su alianza en un momento convulso en la península marcado por los desarrollos armamentísticos norcoreanos y los grandes despliegues militares de los aliados.
Con cientos de invitados –tanto militares como civiles– en las gradas del campo de entrenamiento de Seungjin, en la localidad de Pocheon (unos 40 kilómetros al noreste de Seúl y apenas a 25 de la frontera con el Norte), la megafonía anuncia entre vítores del público el arranque inminente de los ejercicios.
Antes del inicio varios vídeos de las Fuerzas Armadas surcoreanas acompañados de canciones militares e imágenes de las últimas pruebas de misiles norcoreanas y del líder Kim Jong-un revisando por primera vez cabezas nucleares tácticas que podrían ser empleadas contra el Sur calientan el ambiente.