
En su lucha por controlar cifras récord de contagios por covid-19, Los Ángeles cierra desde este miércoles sus bares y restaurantes en la víspera del Día de Acción de Gracias, mientras varios países de Europa comienzan a suavizar las restricciones de cara a las festividades navideñas.
La decisión tomada por la segunda ciudad más grande de Estados Unidos estará vigente durante al menos tres semanas en las que su secretario de Salud urgió igualmente a los ciudadanos a evitar las grandes reuniones familiares.
“Es importante decir ‘no’, incluso cuando se trata de las personas más próximas de nuestra familia”, afirmó el doctor Mark Ghaly, añadiendo que había excluido a su madre de una celebración prevista.
Las autoridades sanitarias estadounidenses llamaron, por primera vez, a sus ciudadanos a que no viajen para celebrar esta festividad en la que las familias suelen reunirse alrededor del pavo y la salsa de arándano.
Con el país enfrentando un creciente número de casos y muertes, los planes para distribuir la vacuna se van acelerando.
..........
Señor Lector, este es solo un reporte. La información completa está en la edición impresa de El Potosí.