
El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, cumplió ayer su primer año al frente del Gobierno, algo que parecía improbable hace unas semanas, cuando el Ejecutivo se vio superado por una crisis política causada por la filtración de un acta de compra de energía con Brasil a la represa de Itaipú.
Su Gobierno llega a este aniversario cuestionado por su actuación ante Brasil, país con el que comparten la represa hidroélectrica, y también criticado por la baja ejecución presupuestaria y la escasa puesta en marcha de políticas públicas.
Ese documento con Brasil sigue siendo el argumento de la oposición para pedir el juicio político, tanto a Abdo Benítez como a su vicepresidente, Hugo Velázquez, a pesar de que el Gobierno dejó sin efecto el acta para tratar de calmar la situación.