
La constructora brasileña Odebrecht inició ayer un diálogo con las autoridades de Ecuador en el marco de un proceso de reparación integral por daños ocasionados por el escándalo de sobornos calculados en más de 35 millones de dólares.
El representante de la firma para América Latina, Félix Martins, reconoció ayer en una breve comparecencia en la sede de la Procuraduría General de Ecuador, en Quito, los "errores cometidos en el pasado y el firme e indeclinable compromiso" con un proceso de reparación eficaz para con las autoridades del Estado ecuatoriano.
Confió en que este sea transparente y ofrezca resultados, de acuerdo a "los marcos vigentes que establece la ley ecuatoriana y las prácticas internacionales".
Martins mantuvo el primero de una serie de encuentros con destacas instituciones judiciales y del Ejecutivo ecuatoriano, encaminados a establecer un monto que compense los daños y perjuicios económicos y de otra índole provocados por la constructora.
En la reunión participaron la fiscal general del Estado, Diana Salazar, el procurador general del Estado, Iñigo Salvador, el controlador general del Estado, Pablo Celi, y el secretario anticorrupción del Gobierno ecuatoriano, Iván Granda.