
Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD) avanzaban lentamente ayer sobre la ciudad de Al Baguz, en la oriental provincia siria de Deir al Zur, en la primera jornada de combates tras el inicio del asalto a la última población del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en este país árabe.
Las FSD, una alianza liderada por milicias kurdas y respaldada por grupos armados árabes, lanzó el asalto contra los yihadistas en dos frentes y evitó un contraataque de los radicales con un camión bomba.
Aún sin confirmación independiente del balance de muertos tras los primeros combates, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG con informadores propios sobre el terreno, dio cuenta de que tiene información sobre al menos cuatro milicianos y diez yihadistas muertos.
Los combatientes de las FSD murieron por la explosión de una de las tantas minas que han plantado los yihadistas para impedir el avance de los kurdos.
El comandante de las FSD Abu Ali Bard explicó a EFE que el avance sobre los ejes occidental y oriental de Al Baguz "es lento por las minas, los artefactos explosivos improvisados y los túneles cavados por los insurgentes". Más tarde, otro comandante, que pidió el anonimato, dijo a EFE que las fuerzas kurdas habían destruido con un misil guiado "un camión bomba conducido por un suicida" antes de que pudiera llegar a las líneas de las FSD.
El mando militar afirmó que la batalla está siendo "dura" y que los francotiradores apostados por el EI dificultan el avance. Uno de los jefes militares de las milicias, Adnan Afrín, reconoció a Efe únicamente ocho heridos entre las fuerzas de los asaltantes, asegurando que los yihadistas habían sufrido "un gran número de heridos y bajas".
"Esta es la última batalla (...) y sabemos que hacemos frente a combatientes que han rechazado rendirse y quieren pelear", indicó Bard.
El portavoz de las FSD Mustafa Bali difundió varios vídeos en la red social Twitter sobre la ubicación de las fuerzas y los combates sobre el terreno.