El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, reiteró ayer la "urgencia" de cambiar la actual legislación para afrontar la ola de violencia que vive el país y que en la última semana se ha producido en el noreste con 187 actos vandálicos en 43 ciudades, en los que fueron detenidas 287 personas.
El mandatario hizo la afirmación en referencia a un vídeo que muestra los efectos de la ola de violencia en el estado de Ceará, en el que se ve un edificio en llamas y a un hombre amenazando verbalmente a Bolsonaro.
Bolsonaro agregó que se necesitan mecanismos que permitan enfrentarse a los delincuentes que "saben exactamente lo que hacen".
El estado de Ceará, en el noreste del país, sufre desde hace nueve días una grave crisis de seguridad.