
Miles de personas recorrieron ayer Buenos Aires en una manifestación de rechazo a la "reunión de rapiña" del G20, en la que fueron protagonistas las críticas al Fondo Monetario Internacional (FMI), el "verdadero Gobierno" de Argentina, y que terminó sin incidentes.
Convocada por la Confluencia Fuera G20 FMI, que agrupó a más de un centenar de formaciones políticas, organizaciones sociales y sindicatos, la marcha transcurrió por el centro de una capital argentina que fue escenario de un imponente dispositivo de seguridad, con miles de policías y vallas cercando las calles de salida del recorrido previsto.
En la cabecera, un grupo de mujeres con los torsos desnudos y el cuerpo pintado con las banderas de los países participantes centraron la atención de las cámaras y en las pancartas, las caras más repetidas, además de la del presidente argentino, Mauricio Macri, fueron las del estadounidense, Donald Trump, y de la directora del FMI, Christine Lagarde.
REPUDIO A LA POLÍTICA
Entre las figuras más reconocidas destacó Nora Cortiñas, miembro de las Madres de Plaza de Mayo, de 88 años, quien declaró a EFE: "estamos acá para repudiar la política económica del Gobierno, que acepta que venga el G20 y el FMI a darnos instrucciones de cómo tenemos que gobernar el país económicamente. No los queremos acá, que se vayan". "No queremos que nos hagan pagar una deuda externa que no tomamos nosotros. No queremos represión y no queremos más ajuste", prosiguió la histórica activista.