
El secretario de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, aseguró ayer en Seúl que su país mantendrá intacto su volumen de tropas en Corea del Sur pese a la reciente cancelación de maniobras para impulsar el diálogo sobre desnuclearización con Pionyang.
Las palabras de Mattis tratan de desarmar las especulaciones sobre una posible reducción de la presencia militar en la península por parte del Pentágono tras el acercamiento logrado con el régimen norcoreano a raíz de la cumbre de Singapur del 12 de junio.
Apenas una semana después de la histórica cita, los aliados anunciaron que suspendían indefinidamente las maniobras Ulchi Freedom Guardian -previstas para agosto y consideradas un ensayo para invadir su territorio por Corea del Norte- como gesto de buena voluntad hacia el régimen, que en abril congeló sus test de armas.
Precisamente Mattis insistió ayer, en una rueda de prensa conjunta posterior a su encuentro con su homólogo surcoreano, Song Young-moo, que la suspensión de maniobras "crea una gran oportunidad para nuestros diplomáticos para negociar, incrementando las posibilidad de lograr una solución pacífica para la península coreana".