
El "califato" proclamado por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en 2014 quedó reducido ayer a un puñado de pueblos en la ribera del río Eúfrates y en la zona desértica entre Siria e Irak por los avances de las ofensivas a ambos lados de la frontera.
La mayor pérdida para el grupo terrorista fue la caída de la ciudad de Deir al Zur, uno de sus principales centros de poder en Siria que ayer fue controlada por completo por el ejército sirio, mientras que, al otro lado de la frontera, las tropas iraquíes conquistaron uno de sus últimos reductos en el país, la comarca de Al Qaim.
La presión de las tropas conjuntas iraquíes forzó una desbandada de los combatientes del EI desde Al Qaim hacia Al Bukamal, población en el lado sirio de la frontera que se ha convertido en la última plaza fuerte del grupo yihadista.
En Siria, el ejército proclamó ayer la liberación total de Deir al Zur, que fue el principal feudo en el país del EI junto a Al Raqa, la antigua capital de facto del "califato", que está en manos de las tropas leales al presidente Bachar al Asad desde el 1 de octubre. La Comandancia General de las Fuerzas Armadas Sirias aseguró en un comunicado que esta victoria "constituye la etapa final" de la eliminación del EI en el territorio sirio, ya que los yihadistas "han perdido completamente la capacidad de dirigir operaciones terroristas".
También hubo combates ayer viernes entre las fuerzas gubernamentales y el EI al suroeste de Al Bukamal, donde el ejército sirio y sus aliados han progresado y se han situado a 30 kilómetros de la urbe. En Irak las tropas gubernamentales, integradas por el Ejército, las Fuerzas Antiterroristas y las milicias Multitud Popular, lideradas por chiíes y apoyadas por Irán, tomaron en pocas horas el principal núcleo urbano de la comarca de Al Qaim.