
La investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre si hubo injerencia rusa en las elecciones de EE.UU. golpeó ayer de lleno a dos exasesores de la campaña del ahora presidente Donald Trump, acusados de "conspiración", y a un tercero que mintió sobre sus contactos con individuos conectados con Moscú.
La presentación de cargos contra Paul Manafort, exjefe de campaña de Trump, y su exsocio Rick Gates, y el acuerdo de culpabilidad alcanzado con el FBI por el exasesor George Papadopoulos por mentir sobre sus contactos con personas con vínculos con el Gobierno ruso son una firme evidencia de los avances en la investigación de Mueller.
Los 12 cargos contra Manafort y Gates, aprobados por un gran jurado federal en Washington el viernes 27, son los primeros dentro de la investigación que lidera Mueller desde mayo sobre la supuesta intromisión rusa en las elecciones del año pasado en EE.UU. y si hubo coordinación entre Moscú y el equipo de Trump. El escrito de acusación hecho público ayer detalla que Manafort y Gates están acusados de "conspiración contra Estados Unidos" y para "lavar dinero", así como de realizar "declaraciones falsas y engañosas" y no presentar información financiera y de cuentas bancarias en el extranjero.
Los dos se entregaron a primera hora al Buró Federal de Investigación (FBI) y comparecieron después ante la jueza Deborah A. Robinson de la Corte del Distrito de Columbia, donde sus abogados indicaron que ambos se declaran no culpables de todos los cargos.