Al menos, 60 personas, entre ellas militares, policías y empresarios, fueron ayer declaradas culpables en un macrojuicio celebrado en Bangkok contra una red de tráfico de seres humanos que comerciaba con inmigrantes ilegales. El juicio comenzó en 2015 tras el hallazgo en el sur de Tailandia de varios campamentos clandestinos, con tumbas y cadáveres, por los que habían pasado refugiados rohinyá.