ACUSACIÓN
TEMER está acusado por los supuestos delitos de corrupción, obstrucción a la justicia y asociación ilícita.
El presidente brasileño, Michel Temer, enfrentará desde mañana a la justicia electoral y puede perder su mandato si se comprueba que en la campaña que compartió en 2014 con la destituida Dilma Rousseff hubo dinero de la corrupción.
Para buena parte de la base política que aún respalda a Temer, el proceso que será retomado el próximo martes 6 en el Tribunal Superior Electoral puede ser decisivo en la lucha del mandatario por seguir en el poder, en medio de fuertes presiones por su renuncia.
Más allá de la justicia electoral, Temer está contra las cuerdas por denuncias que sugieren que incurrió en prácticas ilegales, que llevaron a la Corte Suprema a investigarle por los supuestos delitos de corrupción, obstrucción a la justicia y asociación ilícita.
La situación de Temer en el Supremo pareció agravarse este sábado 3 con la detención del diputado Rodrigo Rocha Loures, implicado en el mismo caso que salpica al gobernante, que está relacionado con unos supuestos sobornos pagados por el grupo cárnico JBS.
Son dos frentes judiciales abiertos al mismo tiempo y algunos de los más fieles integrantes de la coalición de Gobierno se plantean la posibilidad de abandonar la nave oficialista si hubiera un fallo contra Temer en la justicia electoral.
En ese proceso serán juzgadas denuncias hechas por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) sobre supuesta financiación ilegal recibida por la campaña de Rousseff y Temer, que la acompañó como candidato a vicepresidente, para las elecciones de 2014.
COALICIÓN
El PSDB pasó a ser uno de los grandes pilares de la coalición de Gobierno cuando Temer heredó el poder tras la caída de Rousseff por irregularidades fiscales, pero ahora baraja una posible ruptura si la justicia electoral falla contra el mandatario.