
Más de 40 miembros del grupo yihadista Estado Islámico (EI) murieron ayer en una amplia ofensiva fallida contra el Ejército iraquí en la estratégica zona de Al Qayara, en la provincia septentrional de Nínive.
La Comandancia de las Operaciones para la Liberación de Nínive informó, en un comunicado, de que el EI intentó atacar a las tropas de la Brigada 71 de la V División del Ejército desde el sur y el oeste de Al Qayara.
SUICIDAS
Entre los extremistas muertos figuran nueve suicidas, que atacaron a las tropas con coches bomba y cinturones explosivos.
El ataque fue repelido después de combates que se prolongaron más de cuatro horas y durante los cuales las posiciones de los extremistas fueron bombardeadas por aviones de la coalición internacional.
La Comandancia consideró que el EI se siente "frustrado y derrotado" por la ofensiva militar que comenzó este martes para liberar la zona de Al Shirqat, ubicada en la provincia de Saladino y limítrofe con Nínive.
"El EI intenta desesperadamente abrir otros frentes de batalla para distraer a las tropas iraquíes, pero todos estos intentos han fracasado", concluyó la nota.
Al Qayara, arrebatada a los yihadistas el pasado 25 de agosto, es una comarca estratégica por ser rica en petróleo y por estar ubicada a unos 50 kilómetros al sur de la ciudad de Mosul, la "capital" del EI en Irak.
TROPAS
Las fuerzas iraquíes lograron ayer recuperar el control del centro de la ciudad de Al Shirqat, en el norte de la provincia de Saladino, que estaba en manos de los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) desde junio de 2014.
Una fuente de seguridad de Saladino explicó a EFE que las tropas, con el respaldo de milicianos tribales suníes, arrebataron a los extremistas el complejo gubernamental e izaron la bandera iraquí.
Este complejo alberga el ayuntamiento y otros edificios administrativos, así como la jefatura de la Policía, la sede de los servicios secretos y un hospital. Los barrios del este de la ciudad todavía son escenario de combates intermitentes, ya que en ellos quedan algunos grupos de extremistas.
Según la fuente, al menos, 32 yihadistas murieron en los enfrentamientos, en los que las tropas destruyeron también varios vehículos del EI.
Los artificieros comenzaron a retirar los artefactos explosivos colocados por los extremistas en las calles, viviendas y vehículos para impedir el avance del Ejército.