El patriarca ortodoxo ruso Kiril abogó ayer, en una ceremonia a los pies del Cristo Redentor de Río de Janeiro, por la unión de todas las personas, sea cual sea su fe, para acabar con los conflictos y la persecución a los cristianos que ocurre actualmente en el mundo.
"Los ortodoxos y los católicos podemos responder conjuntamente a estos desafíos. Con certeza aún tenemos diferencias en doctrina pero podemos combatir conjuntamente para poner fin a la persecución de los cristianos, para poner fin a la descristianización de la civilización humana en el siglo XXI", afirmó.
Kiril, que inició la víspera una visita de tres días a Brasil, dijo que su llamamiento estaba dirigido a todas las personas de buena voluntad, "muchos de ellos pertenecientes a otras religiones, confesiones o que incluso han perdido su fe".