
La Corporación Minera de Bolivia (Comibol) ya logró el cierre de 40 bocaminas que se encuentran por encima de la cota 4.400 en el Cerro Rico de Potosí y quedan 16 que deben cerrarse hasta mediados de 2025, ya que existe una orden judicial que ordena la paralización de todas ellas.
El gerente de la Comibol, Grover Salamanca, informó que el proceso de cierre de bocaminas que se encuentran en la parte alta del yacimiento minero se concibió en la gestión 2022 y, desde esa fecha, ya se logró el tapiado de 40.
Cuando arrancó el proceso de reubicación se identificó 56 labores de extracción de mineras que eran secciones de las cooperativas que están asentadas en el Cerro Rico de Potosí.
La reubicación surgió como una necesidad técnica para evitar mayor deterioro de la parte alta del cerro que ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad otorgado por la Organización de Estados Americanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Se identificó áreas de trabajo en la parte baja del cerro y los cooperativistas iniciaron corridas hasta lograr las condiciones de explotación de complejos de plomo-plata y abandonaron las anteriores áreas ubicadas en la parte superior del cerro la misma que enfrenta un alto proceso de deterioro por los casi 500 años de trabajos de explotación y el deterioro de la roca por fenómenos naturales como la meteorización.
Consultado sobre hasta cuándo deberían salir de la pare alta las secciones de cooperativas, el gerente de la Comibol Potosí dijo que estiman que de acuerdo al avance de los trabajos en las nuevas áreas se tendría todo despejado hasta mediados del año 2025.
El cierre de bocaminas que se encuentran por encima de la cota 4.400 es el resultado de una sentencia constitucional que emanó de una acción popular planteada por dirigentes sociales con el objetivo de frenar el alto deterioro de la parte superior del yacimiento minero.
El año pasado, la Sala Constitucional Segunda ordenó que el Ministerio de Minería y la Comibol “observe sus funciones de control y supervisión del efectivo cumplimiento de los contratos mineros, y en su caso, asuma las medidas administrativas correspondientes que aseguren que las cooperativas mineras cumplan sus labores en el marco de la normativa (…) estabilizando la gradiente del Cerro Rico, preservando su estructura morfológica y rocosa y la estabilidad de los terrenos como condición necesaria para la sostenibilidad y perdurabilidad de la fuente de trabajo”.