El caso ya está en el Ministerio Público. En un acto que ha conmocionado a la comunidad educativa de Potosí, una maestra de una escuela de primaria fue acusada de agredir de manera violenta a una niña de primer grado, a tal punto que casi le arrancó una oreja.
El motivo: la menor escribió letras minúsculas en rojo, cuando debía usar ese color solo para mayúsculas. El castigo revivió el antiguo y cruel refrán: "La letra entra con sangre", en una dolorosa realidad que muchos creían superada.
El calvario de la pequeña comenzó en medio de la clase, cuando, según su relato, la profesora la reprendió violentamente por el error: “Me equivoqué al escribir, y la profe me jaló la oreja muy fuerte. Me duele mucho”. La niña salió llorando de la escuela, cubriendo con papel higiénico la oreja derecha que sangraba profusamente. La marca de la agresión era evidente.
La madre de la menor, entre sollozos e impotencia, describió el estado en el que encontró a su hija: “La maestra le jaló tan fuerte que le abrió la orejita. No es justo que una niña tan pequeña pase por esto solo por un error”. Visiblemente afectada, la madre no ocultó su indignación y exigió que se haga justicia. A pesar de no haber identificado a la maestra en su declaración inicial, dejó claro que no descansará hasta que la agresora sea sancionada.