Una macabra escena fue descubierta en la comunidad de Siete Suyos, municipio de Atocha, donde un hombre, impulsado por la violencia, arrebató la vida a su concubina, estrangulándola sobre la cama que compartían.
El vocero del comando departamental de la Policía, coronel Limbert Choque, confirmó que el personal policial encontró dos cuerpos sin vida: el de la mujer, víctima del brutal feminicidio, y el de su agresor, quien posteriormente se quitó la vida.
El caso ha sido calificado como feminicidio seguido de suicidio, cuya desgarradora tragedia de violencia de género sigue sembrando terror en nuestras comunidades.
Después de cometer el feminicidio, el hombre se trasladó a una habitación contigua, donde, según las investigaciones, se quitó la vida ahorcándose. La Policía encontró su cuerpo colgado, cerrando un ciclo de horror que ya no tenía retorno.
Antes de tomar su propia vida, el hombre dejó una perturbadora carta póstuma que decía: “Nos encontraremos en el más allá”, como si en su delirio pretendiera una oscura unión tras la muerte. Esas palabras parecen ser un último intento de justificar lo injustificable, buscando en la muerte la unión que en la vida no pudo sostener.
Según el coronel Choque, el cadáver del hombre fue hallado en una habitación contigua, colgado, marcando el fin de un episodio de horror que ha estremecido a toda la región.