El gobierno tiene que dejar de lado su indiferencia frente a los abusos que son cometidos desde hace años contra los propietarios de los hoteles de sal construidos en las orillas del Salar de Uyuni: ese es el pedido que fue formulado por todas las instituciones nacionales vinculadas al turismo en Bolivia.
Solo durante el año 2022, saliendo difícilmente de la pandemia, el turismo generó 4.000 millones de dólares para el país, aseguró el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Mario Pardes, en una conferencia de prensa en la que también participaron sus pares de la Cámara Boliviana de Hotelería, Luis Ampuero; de la Asociación de Líneas Aéreas, Jorge Valle, además de la Asociación Boliviana de Agencias de Viaje y Turismo, Marco Mercado, y el representante de la Cámara Nacional de Operadores de Turismo, Juan Luzio.
Los representantes de las principales instituciones del sector turístico se presentaron juntos para pedirle al gobierno que intervenga de una vez en los conflictos que ocurren periódicamente en el Salar de Uyuni, donde los propietarios de los hoteles de sal son sometidos a presiones para entrega de dinero, a título de “regalías”, y algunos incluso fueron obligados a firmar compromisos de pago ante notario de fe pública.
El monto que se cancelaba, en promedio, era de 8.000 dólares anuales y. tras los últimos bloqueos a los hoteles, se subió el monto a 10.000 dólares.
Las instituciones vinculadas al turismo reconocen que los pobladores del lugar donde existen emprendimientos turísticos también deben beneficiarse de los visitantes, pero deberían hacerlo con sus propias ofertas, como museos o negocios de artesanías, sin recurrir al crimen o a las medidas de presión.
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