El cambio climático le pasa factura a la agricultura con pérdidas de alrededor del 30 por ciento de los diferentes cultivos debido a la reducción del agua, así lo hizo conocer el viceministro de Desarrollo Agropecuario, Álvaro Mollinedo, durante su visita a la Villa Imperial.
“Tenemos una afectación prácticamente de casi el 30 por ciento, estamos hablando de hortalizas, tubérculos, cereales y otros. También queremos manifestar que con un plan de respuesta inmediata del Gobierno nacional”, detalló el viceministro.
Dijo que el Gobierno nacional respondió de manera oportuna con un presupuesto de 122 millones de Bolivianos que fueron repartiendo a las zonas afectadas con dotación de tanques de agua, agua a través de cisternas, entrega de fertilizantes y semillas para recuperar las zonas que fueron afectadas por los fenómenos de la naturaleza.
El entrevistado anunció que se lanzará el programa de granos andinos que tiene un presupuesto de 229 millones de Bolivianos para apoyar a los productores.
“En su totalidad si hablamos solamente de granos andinos no bajó mucho la producción, podemos decir que bajó alrededor de un 20 a 30 por ciento, lo que bajó más fueron los precios por lo que no se puede comercializar en los precios que anteriormente se vendía”, destacó Mollinedo.
El principal problema de los agricultores es el acceso al agua y eso se complica debido al efecto invernadero que genera menor cantidad del líquido en las diferentes regiones del planeta.
CONTAMINACIÓN
La autoridad nacional reconoció que otro de los temas que afecta a la agricultura es la actividad minera que genera daños a los ríos que son utilizados para riego de los cultivos.
Reconoció que varias cuencas del territorio boliviano fueron afectadas por actividad minera pero no se tiene una cuantificación de ese fenómeno.
En pasados días comunarios de Toropalca denunciaron que estaban perdiendo sus cultivos debido a actividad minera irresponsable que lanzaba las colas del proceso minero a los ríos en esa zona.
Como ellos hay mucha gente que se queja por el daño ambiental pero no existen políticas estatales, departamentales o municipales que pongan freno a ese proceso que podría tener un carácter de irreversible.
DESASTRES