El caos vehicular, que se originó ayer en el centro citadino, provocó riñas y peleas por la tarde, debido al alto flujo de automóviles que se presentó en la Villa Imperial.
El embotellamiento, en primera oportunidad, causó bocinazos que contaminaron el medioambiente, lo que causó protesta en los transeúntes.
De los bocinazos en, al menos tres casos, pasaron a la agresión verbal con insultos y palabras de grueso calibre.
Y no era para más. De la agresión verbal y los bocinazos, en dos casos, se pasó a las manos. Conductores de automóviles se agarraron a golpes en plena vía pública.
Los agentes de parada tuvieron de apaciguarlos, pero en los casos de choque de vehículos, algunos choferes fueron conducidos al Organismo Operativo de Tránsito.
Estos hechos ocurrieron en la calle Cochabamba, al promediar las 17:30. En su mayoría, los conductores que llegaron hasta esa calle y la Camacho eran taxistas.