
La Federación Departamental de Cooperativas Mineras de Potosí (Fedecomin) estableció ayer el estado de emergencia y pie de movilización demandando la atención gubernamental a sus demandas. Así lo hizo conocer el presidente de esa institución, Santiago Cruz.
El representante de la minería cooperativizada enumeró que entre las demandas fundamentales se encuentra la de que el Gobierno subvencione la compra de las cargas mineralizadas porque ya no tienen mercado para las mismas debido a las bajas cotizaciones y el cierre de los ingenios mineros.
Asimismo, se pide que se les otorgue nuevas áreas de trabajo porque las que tienen se encuentran sumamente explotadas y en algunos casos ya no existen minerales de buena ley.
Otro de sus pedidos sería el cambio del personal de la oficina regional del Servicio Nacional de Registro y Control de la Comercialización de Minerales y Metales (Senarecom).
Ayer en la mañana tenían previsto reunirse con el ministro de Minería, César Navarro, pero el encuentro no se concretó, por lo que los mineros definieron el estado de emergencia.
No se pudo lograr contacto con el ministro de Minería aunque se supo que estuvo en la Empresa Metalúrgica Karachipampa, que en la madrugada del viernes sufrió un siniestro debido a la exploción de gases al interior del horno Kipset.
LAS COOPERATIVAS
En el libro "Cooperativas mineras en Bolivia", del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib), se da cuenta que la Fedecomin Potosí aglutina a 68 cooperativas mineras, la mayoría de las cuales opera en el Cerro Rico de Potosí.
El documento indica: “muchas cooperativas explotan minas casi agotadas porque han sido explotadas desde hace mucho tiempo. Entonces, la mayoría de los socios de estas cooperativas tienen un nivel de ingresos bajo”.
Asimismo, se indica que, “el tema de la seguridad industrial es muy importante para los mineros, dadas las precarias condiciones en las cuales desenvuelven su actividad, tienen un alto riesgo de enfermarse o sufrir un accidente. En efecto, las condiciones de trabajo dentro de la mina son absolutamente distintas a las de la época de la minería estatal cuando los trabajadores se movían dentro de una mina mantenida y segura, con equipamiento adaptado. Hoy en día, es el mismo socio quien debe procurarse sus condiciones de trabajo, aunque algunas cooperativas tengan una política colectiva de seguridad industrial”.