The Strongest volvió a despilfarrar su crédito para asomarse con determinación a la cima del torneo Clausura, tras el empate a un gol que cedió ante Blooming, la noche de este domingo, en el estadio Hernando Siles, cerrando la décima quinta fecha y quedando a cinco puntos del líder, Bolívar, cuando sus proyecciones estaban en tener tres como la brecha.
El Tigre jugó mal contra un adversario que pelea por los premios consuelo. El tropiezo en el clásico contra Bolívar podía entenderse desde distintos puntos de vistas; sin embargo, el empate contra el cuadro cruceño es alarmante, porque el trabajo de los locales fue pésimo en todas sus líneas, sabiendo que Bolívar ganó en la tarde en Montero (3-0).
El primer tiempo, The Strongest jugó su rol de dueño de casa, tomando la iniciativa y martilleando hasta dar con el punto débil para que se venga abajo el planteamiento conservador del entrenador Carlos Bustos. Un remate de Bruno Miranda fue desviado por Braulio Uraezaña y más adelante Juan Carlos Arce despejó con la cabeza, sobre la línea de gol, un balón peligroso.
Blooming hizo lo difícil: llegar al intermedio con el empate sin goles. Todo transcurría dentro de sus planes, hasta que un desborde de Luciano Ursino terminó en un centro que Joel Amoroso conectó de cabeza en el palo cercano para abrir la cuenta a los 55 minutos. Parecía que más goles atigrados estaban en el puerto.
El empate se creó con una salida de Uraezaña, cediendo el balón a Miguel Becerra para que salga por la derecha en una jugada común e inofensiva para un lateral visitante, pero el futbolista se arriesgó dando una habilitación para César Menacho, quien ganó en carrera, pisó el área y sacó un derechazo diagonal, venciendo a Guillermo Viscarra, a los 62´ (1-1).
Había la sospecha de una posición antirreglamentaria, se hizo la revisión y el delantero estaba en la misma línea de los centrales aurinegros. La frustración ganó terreno en el estadio de la zona de Miraflores.
A los 73´, Uraezaña dejó el campo de juego por una lesión, luego de descolar un servicio al área. El juvenil Carlos Jiménez se encargó de cuidar el arco. Este guardameta debutante atajó un cabezazo abajo de Enrique Triverio, aunque de manera aparatosa, pero suficiente para dejar el marcador intacto y pasar a festejar con sus compañeros.
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