La plantilla del Manchester City celebró sobre el césped del estadio Georgios Karaiskakis de El Pireo (Grecia) el hito de haber conquistado su primera Supercopa de Europa, al imponerse en la tanda de penales al Sevilla (5-4).
Tras acabar la final con 1-1, y sin prórroga, los jugadores del City acertaron en sus cinco lanzamientos, mientras que el Sevilla atinó en cuatro y falló la última pena máxima, al estrellar el serbio Nemanja Gudelj el balón en el larguero de la meta defendida por el brasileño Ederson de Moraes.
Los “citizen”, vigentes campeones de la Liga de Campeones, hicieron un elegante pasillo a los jugadores del Sevilla cuando recogieron las medallas que les acreditan como subcampeones de esta competición, tras lo que el lateral derecho Kyle Walker alzó al cielo de El Pireo el trofeo de campeón de la primera Supercopa del City en medio del júbilo de su plantilla y de su afición.
La UEFA designó como mejor futbolista de esta superfinal de Europa al joven extremo izquierdo inglés Cole Palmer, que logró el 1-1 en el minuto 63, tras un cabezazo a centro del español Rodri Hernández que neutralizó el 0-1 que había marcado el marroquí Youssef En-Nesyri, en el 25 y también con la testa, después de un gran servicio del argentino Marcos Acuña.
