Vaca Diez superó la barrera de la semifinal, que era su tope en las dos anteriores versiones de la Copa Simón Bolívar, con un marcador global de 4-3, luego de la derrota por 2-3 y con este susto de por medio logró la clasificación a la final para ir a la pelea por el ascenso directo de categoría.
En su tercer intento consecutivo, el plantel celeste de Pando alcanzó el objetivo de colocarse en la final única de este torneo y quedó a un paso de conseguir su ascenso histórico al profesionalismo.
El equipo norteño encaró esta revancha con la tranquilidad de los dos goles anotados en la ida (2-0) y libre de presión abrió la cuenta la noche del lunes, a los 16 minutos, con el gol de cabeza de Juan Douglas Teles.
Destroyers se opuso al rumbo que tomaba el encuentro, tuvo una reacción magnifica con tres goles anotados durante el primer tiempo y que le invitaron a soñar con la final. Esa determinación vino de la mano de Rodderyk Perezo, el venezolano igualó la cuenta a los 18 minutos, aprovechando su velocidad ante un pase largo.
Adison Dos Santos desbordó por la derecha, envió un centro, el rebote dejó la pelota al alcance de Perezo para colocar el 2-1, a los 22 minutos. El 3-1 fue anotado por Sergio Justiniano, a los 44´, con el arco a su disposición, tras una jugada personal de Maki Salces, quien se quitó a dos adversarios de encima.
El complemento se presentaba prometedor para el cuadro amarillo; sin embargo, quedó en el borde de la clasificación. Durante la segunda parte, el equipo cruceño tuvo ocasiones de gol que el arquero César Soria evitó.
El golpe anímico llegó con el gol en propio arco de Christopher Cabral cerca del final del partido en su intento por despejar un centro de tiro libre, descolocando a su arquero Israel Peña. Ese gol borró la ilusión de los destroyanos y colocó a Vaca Diez en la final.
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