Wilstermann alivió sus penas con un valioso empate que consiguió este martes en Viña del Mar ante Everton de Chile (1-1) por la fase de grupo de la Copa Sudamericana.
Debut auspicioso del cuadro cochabambino en esta ronda. El punto es un bálsamo para las heridas que trae consigo producto de la mala campaña en el torneo Apertura de la División Profesional (penúltimo en el grupo B) y del novelesco viaje que tuvo para llegar a la capital chilena.
Miguel Ponce apostó en este compromiso a un esquema muy cauteloso en el que prevaleció la marca y las rápidas salidas para sorprender con contragolpes. La propuesta de jugar con Edhemir Rodríguez, Rony Montero y Santiago Echeverry en el fondo y con Carlos Añez y Moisés Villarroel como laterales volantes fue clave para sacar adelante el partido.
Wilstermann hizo un buen trabajo defensivo. Le costó, especialmente en el primer tiempo, pero tuvo en el medio campo, con José Vargas, Chistian Machado, Javier Sanguinetti y Serginho un sector en el que se administró bien la pelota, lo que dio pie para que Humberto Osorio tenga espacio y pueda meter presión en ataque.
Justamente, una contra permitió que un defensor de Everton cometa una falta a Serginho por la que el árbitro no dudó en cobrar penal. El colombiano Humberto Osorio facturó a los 37 minutos.
Un descuido defensivo, cuando se jugaban apenas dos minutos del segundo tiempo, favoreció al local, que marcó el gol del empate mediante el delantero Lucas Di Yorio, quien aprovechó que el arquero José Escobar no pudo controlar la pelota tras cabezazo de Julio Barroso para decretar la paridad.
Wilstermann no bajó la guardia pese a la conquista del dueño de casa. Mantuvo el orden en la marca y por eso controló el juego gran parte del complemento. Los aviadores dominaron la segunda parte con llegadas que generaron zozobra sobre el arco de Fernando De Paul, que salvó su pórtico en varias ocasiones, aunque la más espectacular fue el cabezazo de Echeverría.
Los rojos cochabambinos intentaron liquidar a su rival con un juego vertical. Tuvieron argumentos para conseguirlo, aunque en descuentos un remate de Matías Campos, que dio en el travesaño, puso en riesgo el punto de oro que al final se consiguió con mucho esfuerzo.
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