
Francia apenas recordó la ausencia de su gran estrella, Kylian Mbappé, en un plácido partido frente a una inofensiva Albania (4-1), en el que los focos fueron para un secundario habitual que sigue esperando que llegue su hora, Kingsley Coman.
La noche no empezó con buenos augurios para los albaneses, que escucharon con estupor cómo sonaba el himno de Andorra en vez del suyo en los prolegómenos del encuentro.
El hecho desató nolestia de la expedición albanesa ante el árbitro español Gil Manzano, que tuvo que retrasar el comienzo del partido siete minutos para sonase el himno correcto.
La resistencia de Albania acabó ahí mismo. Dentro del campo, y pese a una salida valiente, Francia no tuvo excesivas dificultades para encauzar el choque desde los primeros minutos y con goles de Coman (8', 68), Giroud (27') y Ikoné (85').