
Catar logró ayer viernes su primer gran título internacional al vencer a Japón por 1-3 en la final de la Copa Asia que se disputó en Emiratos Árabes Unidos, un partido que pasará a la historia del país que organizará el Mundial de fútbol de 2022.
Las mejores actuaciones hasta la fecha del combinado catarí en esta competición habían sido en 2000 y 2011, cuando llegó a los cuartos de final, pero el trabajo realizado en el Academia Aspire, donde forman a futbolistas de cara al Mundial, ha dado sus frutos.
Catar se proclamó campeona encajando solo un gol durante todo el torneo e imponiéndose a un combinado nipón que llegó como favorito tras haber ganado cuatro de las últimas siete ediciones y que había vencido siempre que había jugado la final.
Catar no tardó en demostrar por qué llegó a la final y jugó una gran primera mitad, en la que desconectó totalmente a Japón y logró ponerse con dos goles de ventaja antes de la media hora de partido con Ali Almoez (12'.) y Abdulaziz Hatem (27).