En una jornada sin tregua, el plantel de Bolívar no pudo cumplir con su objetivo y se quedó con las ganas de dar la vuelta olímpica como campeón del torneo Clausura. Anoche empató con su rival de siempre, The Strongest (sin apertura del marcador 0-0), pese al resultado sus posibilidades de quedarse con el título están intactas, pero también es verdad que el Tigre restó las diferencias que esperaba.
El partido de la vigésima fecha se jugó a estadio lleno, la apertura del “Hernando Siles” fue posible de manera "excepcional" también llenó las arcas de los celestes que oficiaron de locales por efectos de recaudación, hasta el martes había incertidumbre dónde se jugaría el clásico 207, finalmente salió humo blanco y la dirigencia local se puso contenta ante la determinación de la Gobernación de La Paz.
El partido. El equipo de Bolívar ingresó al campo de juego con todo, desequilibró a su rival, la línea defensiva estaba bien custodiada con un buen trabajo de Mauricio Prieto y la experiencia de Ronald Raldes, el medio sector se complementó con la línea de ataque, pero el golpe que sufrió el capitán de los celestes, Juan Carlos Arce, les hizo perder fuerza, ya no había el hombre desequilibrante que ocasionó minutos complicados para los atigrados.