
Un gol de Cícero, que entró pocos minutos antes, en el tramo final del partido, dio ayer al Gremio un triunfo por 1-0 en el partido de ida de la Copa Libertadores ante un Lanús sólido en defensa, pero que para la vuelta está obligado a ganar en casa este miércoles 29.
El Gremio, que juega su quinta final de la Libertadores y atesora dos títulos, acusó la presión y tuvo dificultades ante un rival que pocos espacios ofreció.
Sin inquietar la portería en el primer tiempo, el Gremio tuvo en el portero Marcelo Grohe a su figura, con dos intervenciones en el primer tiempo que evitaron sendos goles a disparo de Román Martínez, primero, y tras cabezazo de Diego Brigheri después.
En la segunda parte, el Gremio aumentó la presión ante un rival que fue reculando y no inquietó.
En el minuto 83, Edílson colgó un balón a la frontal, Jael lo peinó con la cabeza y la pelota le cayó a los pies de Cícero, que entrando solo, estiró el pie para superar Andrada.