En un partido regular en el que los rojos trataron de marcar la diferencia, el equipo de Sport Boys derrotó de manera apretada a Wilstermann (1-0), ayer en el estadio Samuel Vaca Jiménez, donde la asistencia del público fue escasa. El encuentro correspondió a la octava fecha del campeonato Clausura.
Fue un encuentro en el que el Toro no encontraba el rumbo y hasta se olvidó del ataque, la plantilla de Warnes simplemente no encontró la manera de desequilibrar al rival, las jugadas esporádicas de ataque no taparon el juego de los locales cuyos jugadores en muchos casos estaban perdidos, los jugadores ni se asomaron al esquema que escribió el entrenador.
Por su lado, la visita que perdió el invicto, presentó varios cambios con relación al que juega el torneo profesional, intentó encontrar el arco de Said Mustafá, le dio trabajo pero falló a la hora del remate, la pelota se fue en tres ocasiones por encima del pórtico y no permitió que celebre una victoria, las llegadas eran constantes.
Gran parte del partido fue para el olvido para el equipo local, los jugadores estaban perdidos ante la molestia del técnico Sergio Apaza, quien no entiende qué está pasando con sus dirigidos, pues en los entrenamientos cada uno rinde al máximo en su intento de ganarse la titularidad y en la cancha el accionar de cada uno de ellos es distinto.