Sporting de Gijón busca dar la sorpresa ante el líder para aferrarse a una de sus últimas oportunidades para evitar el descenso de categoría, y encara el reto más difícil, ganar a un Real Madrid lanzado en su moral tras conquistar el Allianz Arena, pero que jugará con su segunda línea.
Real Madrid repetirá en El Molinón el experimento que tan bien le salió en terrenos como Ipurúa o Butarque. Es la hora de la segunda línea, jugadores que responden a la perfección a las rotaciones de Zinedine Zidane y que volverán a tener su oportunidad en un encuentro incómodo en mitad de la eliminatoria europea ante el Bayern Múnich.
Del empate en el derbi madrileño ante el Atlético de Madrid, con enfado por dejar escapar en los últimos minutos el triunfo con un exceso de confianza, la plantilla madridista pasó a la alegría por el pinchazo del Barcelona en La Rosaleda, que deja más cerca la Liga, y la euforia tras su exhibición futbolística en la segunda mitad en Múnich, remontando con carácter tras saber sufrir.