
Los disturbios que tuvieron lugar en Marsella en los prolegómenos del Inglaterra-Rusia de la Eurocopa tuvieron ayer sus primeras consecuencias, con la amenaza de expulsión de ambos equipos lanzada por la UEFA y las restricciones de venta de alcohol dictadas por el Gobierno francés.
El Comité Ejecutivo de la UEFA se reunió de urgencia en París y su veredicto fue contundente al asegurar que no dudarán en expulsar a ambos países de la Eurocopa si esos hechos se repiten.
El organismo que rige el fútbol europeo, responsable de la competición, urgió a las federaciones de Rusia e Inglaterra a que pidan a sus aficionados que no repitan los comportamientos que han marcado de forma dramática el inicio de la Eurocopa.
"Tal comportamiento es inaceptable por los supuestos seguidores de Inglaterra y Rusia, que no tienen cabida en el fútbol, un deporte que debemos proteger y defender", escribió la UEFA en una misiva enviada a ambas federaciones.