El paso de los 29 camiones entre Villazón y Uyuni se robó toda la atención de los turistas nacionales y extranjeros que se dieron cita a lo largo del trayecto de la quinta etapa del rali Dakar 2016.
La primera máquina en pisar territorio boliviano fue la 502 de los rusos Nikolaev, Yakovlev y Rybakov, quienes pasaron la tarima armada en la avenida ferroviaria al promediar las 17:00 de ayer.
Un motor estrepitoso, una bocina que terminaba por captar la atención hasta del más desinteresado y el tamaño que estos tienen fue lo más llamativo que esta tercera edición de la competencia más dura del planeta trajo para todos los amantes del automovilismo.
Uyuni fue el epicentro de toda la competencia del Dakar que por primera vez trajo consigo todas sus categorías lo que derivó en que se dupliquen todos los detalles en torno a la seguridad, albergues y otros aspectos por la presencia masiva de turistas nacionales y extranjeros que llegaron hasta la ciudad intermedia de Uyuni.
FIESTA
La fiesta del Dakar se vivió desde la madrugada de ayer con el traslado de familias íntegras, grupo de amigos a unos 40 kilómetros de la ciudad intermedia de Uyuni para presenciar en toda su magnitud la competencia que llega por tercer año a suelo potosino.
Cerca de las 11:00, las fraternidades folclóricas deleitaron a todas las personas que habían ocupado las aceras de la avenida ferroviaria para ver el paso de los competidores.
Al son de quenas, bombos y zampoñas la fraternidad Amautas de La Paz fue la primera en ingresar con destino a la tarima armada. Le siguió la morenada, pujllay, diablada y tinkuy, además, de la afroboliviana que con su baile tradicional se robaron el aplauso de todos los visitantes.
Mientras transcurrían los bailes se acortaba la hora para la llegada de la primera máquina.
A las 12:04 ingresó a la rampla armada en la avenida Ferroviaria la moto del australiano Price a quien le otorgaron una bandera boliviana y una guirnalda de coca como símbolo de gratitud.
La tricolor nacional flameo por todo el trayecto por lo que la mayoría de los pilotos coincidieron que fue uno de los mejores recibimientos hechos en Sudamérica.