En estos días y horas siguen muriendo cientos de niños, mujeres, viejos y hombres palestinos, por los bombardeos criminales de los sionistas israelíes. Además lo hacen delante de la prensa mundial, a ojos del mundo. Los gobernantes genocidas de Israel saben que tienen el apoyo total del mundo occidental. Sobre todo de los Estados Unidos. Con ese apoyo, pues el grado de impunidad de los sionistas israelíes está asegurado. Este escenario mundial es el diagnóstico completo de lo que es el sistema político jurídico, de quiénes tienen el poder en el mundo.
Los judíos que tienen todavía sus recuerdos del holocausto, durante la segunda guerra mundial, hoy ya deben estar más tranquilos: la venganza a ese holocausto se ha producido sobre el pueblo palestino. Como los nazis de entonces, los sionistas hoy son impunes totalmente.
En Bolivia sabemos también y conocemos el fenómeno de la impunidad. El sistema judicial es el peor del mundo, no tenemos justicia y este país ya se ha acostumbrado a la impunidad corrupta. Por tanto, lamentablemente sabemos que el pueblo palestino no tendrá justicia. Sólo tendrá consuelos sentimentales desde las NNUU, con algunas marchas de algunos pueblos solidarios del mundo, donde no estamos posicionados los bolivianos sino de discursos nomás.
Las lecciones que el mundo tiene que sacar de este genocidio tienen que servir para seguir persiguiendo un mundo multipolar. Las NNUU están en manos equivocadas. No ha servido para nada respecto de los pueblos al sur del mundo. Como en Bolivia, los politiqueros impunes tienen comprada a la justicia y se ríen de la policía y del llamado sistema judicial. Pues el ejemplo mundial es el ejemplo contundente para estos politiqueros.
Definitivamente consolidar políticas multipolares en el mundo es el mejor camino para equilibrar los poderes en el mundo. Ya no es sostenible que un solo país y sus satélites, que son otros pocos, manejen a su antojo las leyes del mundo. Bombardean donde les da la gana, manipulan el sistema económico en contra de países que no comulgan sus ideologías, imponen mercados en contra de las costumbres y leyes de muchos países. Es decir, son impunes totalmente.
Pero no será fácil ese recorrido hacia un mundo multipolar. Los poderes totalitarios de aquellos países además “democráticos”, se oponen totalmente y tienen poder para oponerse. Los llamados países BRICs están en ese proceso de crear multipolaridad, muy a pesar de las enormes dificultades y las diferencias de todos los países. Los acuerdos colectivos mundiales son importantes por el bien general.
Lamentablemente nuestro país no juega nada en estos esfuerzos mundiales. Porque no damos ejemplo desde nuestro país. Un país impune y totalmente desestructurado desde su sistema judicial, que en realidad no existe. Además carecemos de una política internacional coherente, pues no tenemos profesionales de alto nivel dedicados a la política internacional. El azar y la improvisación de las acciones, de aquellas oficinas dedicadas a la gestión internacional, son el pan de cada día en nuestro país. Por tanto, carecemos totalmente de un equipo de trabajo empeñado en pensar y generar estrategias hacia un mundo multipolar.
En tanto no haya un mundo multipolar, ya sabemos que se pueden generar otros genocidios como en Palestina y bombardeos por doquier destruyendo países y regiones enteras. El mundo unipolar es un rotundo fracaso, es impune y totalmente injusto.
El genocidio de Palestina está demostrando, sobre todo, que las leyes de occidente son segregacionistas y discriminatorias. Para ellos hay países de primera y países de segunda e incluso de tercera. Israel es colonia de primera de los Estados Unidos, por tanto dotado de impunidad hasta donde sea. Los sionistas tienen permiso de asesinar impunemente a niños y mujeres. No importa si eso degrada las herencias de las leyes en sus versiones sociales; no importa si eso impacta las consciencias de todas las sociedades del mundo. Lo importante es demostrar quiénes mandan en el mundo.
Los judíos no han aprendido de sus propias lecciones. Sólo buscan venganza por el mundo, en eso consiste su Estado sionista, con los servicios secretos más sofisticados y con permiso para asesinar a cualquier ciudadano del mundo que sea considerado peligroso para sus intereses. O bombardear cualquier país considerado terrorista, en sus léxicos occidentales impunes. Ese Estado no tiene moral alguna, porque la moral y la ética son artificios poco prácticos para la política real.
El genocida de Netanyahu morirá de muerte natural. No será juzgado ni pagará por sus crímenes. De eso también sabemos en Bolivia, que es una sociedad de costumbres impunes. A occidente no le interesan los niños y mujeres inocentes asesinados. Le interesa la impunidad de su poder frente al mundo. Le interesa que el mundo sepa de quiénes tienen el poder para imponer cualquier cosa en el mundo, además en nombre de Dios, y se acabó el cuento.
Bolivia tampoco aprenderá algo de este hecho mundial, es decir de tener normas y leyes que se respeten y sean iguales para todos los bolivianos. Somos una sociedad de costumbres impunes, totalmente corrupta y sólo con desahogos callejeros para consolidar a esta sociedad impune y corrupta.