
El Gobierno de Evo Morales a través del ministro de Obras Públicas, Milton Claros, informó ayer miércoles que el crédito chino para obras de infraestructura asciende a 2.500 millones de dólares. Minimizó las denuncias por vulneraciones a las normas ambientales y laborales en contra de las empresas chinas instaladas en el país.
"El trabajo como cualquier empresa se le exige que cumpla normas ambientales, normas laborales y no vemos mayor problema. Como le digo, son temas culturales que a veces no se entienden pero que no revisten mayor complicación", dijo.
Según el titular de Obras Públicas, hay temas que no se están aclarando como es el del cumplimiento obligatorio en temas sociales, ambientales, técnicos y económicos, para lo cual se realizan reuniones permanentes con la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) para realizar seguimiento a las obras a través de sus fiscales de obras y coordinadores.
"No porque una empresa china se haya adjudicado un proyecto BID se supone que no está cumpliendo temas medioambientales, ahí hay una mala interpretación, existen situaciones que por los mismos financiamientos de la misma Eximbank china se deben cumplir y ese es el compromiso previo, sino ningún financiador nos presta, ninguna entidad que nos presta recursos ya sea BID, Banco Mundial, CAF nos aprobaría un proyecto", aseguró.
El Cedib observó que el tratado de protección recíproca de inversiones firmado con China en 1992 y que ingresó en vigencia en 1996, sigue inalterable, contrariamente a las modificaciones hechas a los tratados con Brasil, EE.UU. y otros países.