La joven madre Flora Castaya no para de llorar. Recuerda que su bebé de menos de un año sonreía, jugaba y quería empezar a caminar, hasta que una enfermera le suministró un medicamento equivocado que le provocó una grave intoxicación y daños al cerebro.
El 17 de octubre, la madre llevó al bebé, entonces de ocho meses y dos semanas, al centro de salud Chijini Chico en El Alto, con la intención de que reciba una vacuna.
Relató que en el centro de salud la atendió la enfermera Claribel Quispe Limachi, quien proporcionó al niño una pastilla que supuestamente era paracetamol, pero en realidad era Glibenclamida, un medicamento usado para controlar la diabetes.
Después de la intoxicación, la madre llevó a su bebé al Hospital Corea, de donde le mandaron al Hospital del Niño.
El niño estuvo casi un mes hospitalizado, desde el 18 de octubre hasta el 14 de noviembre. Al dar el alta, los médicos le diagnosticaron intoxicación por Glibenclamida, epilepsia sintomática controlada, edema cerebral, encefalopatía hipóxica y otras condiciones.