Escuelas cerradas, trenes paralizados, funcionarios ausentes en múltiples ministerios. El Reino Unido vivió el miércoles su mayor jornada de huelga en once años con paros en numerosos sectores, unidos por la reivindicación de mejores salarios frente a una inflación del 10,5%.
Unas 20.000 escuelas en Inglaterra y Gales se vieron afectadas por el primero de siete días de huelgas convocados para febrero y marzo por profesores de educación primaria y secundaria, que se suman así a las protestas iniciadas hace meses en muchos otros sectores.
“Soy profesora en Londres y me está costando muchísimo pagar mi alquiler”, explicó a AFP Ciara Osullivan, de 38 años, a la puerta de su escuela. “Tengo hijos pequeños y me gustaría darles algo más que lo básico”, se lamentaba, asegurando que actualmente “ser profesor es muy estresante”.