Al menos 22 civiles, entre ellos 13 menores de edad, murieron ayer por bombardeos rusos en las provincias de Alepo e Idlib, en el noroeste de Siria y esta última donde el Ejército sirio y la aviación rusa intensificaron sus operaciones en los pasados días.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que un total de nueve personas fallecieron en ataques aéreos rusos cerca de Kafr Taal, al oeste de la ciudad de Alepo, donde están presentes las facciones armadas opositoras al Gobierno sirio.
Entre las nueve víctimas mortales se encuentra una familia compuesta por los dos progenitores y seis hijos, además de un hombre, detalló la ONG con sede en Reino Unido pero una amplia red de colaboradores sobre el terreno.
Además, otro niño pereció en bombardeos contra la localidad de Taqad, también en el oeste de la provincia de Alepo, y dos civiles perdieron la vida en Idlib.