El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, acusó ayer al Gobierno sirio de haber lanzado en mayo un ataque químico con gas cloro en Siria y prometió una respuesta estadounidense, aunque subrayó que este caso es "diferente" a los que llevaron a Washington a atacar el país árabe en 2017 y 2018.
"Anuncio que Estados Unidos ha concluido que el régimen de (el presidente sirio Bachar) al Asad usó gas cloro como arma química el 19 de mayo en la provincia de Latakia", en el noroeste de Siria, dijo Pompeo durante una conferencia de prensa en Nueva York.
"Estados Unidos no permitirá que estos ataques se queden sin respuesta", continuó.
Preguntado por si Estados Unidos se plantea un nuevo bombardeo selectivo en Siria como los que lanzó en los dos últimos años contra Al Asad como represalia por ataques químicos, Pompeo dijo que no quería "entrar en detalles de la respuesta que podría dar" Washington.